El perfil

(Aldo Gaston Alvares Lizama)

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En este mundo en que vivimos

a los hombres se los mide por su elevado o bajo perfil.

Así los triunfos humanos pueden llevar al hombre a un pedestal:

elevado perfil.

Lo fracasos, en cambio, lo hacen descender a las profundidades del olvido:

bajo perfil.
Hace mucho apareció en la historia de la humanidad

un Hombre que "pasó haciendo el bien" en el silencio.

Lo aclamaron, aplaudieron sus portentos y quisieron hacerlo rey,

mas El "manso y humilde de corazón" no lo permitió, se alejó.

No buscaba un elevado perfil humano, quería hablar del divino perfil.

Con el correr del tiempo olvidaron sus bondades

y lo llevaron a la cruz donde extendió sus brazos abrazando al mundo.

Quienes pasaban frente a El colgando de un madero se burlaban y decían:

"Si es lo que dice ser, pues que baje del madero donde está colgado..

y se reían.

Allí murió para luego vencer a la muerte con su Resurrección:

¡JESUS VIVE!

Dichosa Novedad.
Hoy el hombre al sentir el peso de su historia se pregunta:

¿Para que seguir en la lucha?

Mira hacia adentro y se siente vacío,

su corazón vacío y se estremece pensando en la salida.

Así avanza por un callejón

en tardes grises sin vislumbrar la luz que necesita.

Enfermedad, miseria, cerrazón de corazones duros,

sensibilidad huida,

¡triste la vida!

sin encontrar un alma que le diga:

¡Eleva tu mirada!

Deja que tu espíritu pueda encontrarse con ese Alguien

que lo dio todo para mostrar caminos de esperanza.

El desde su cruz te dice: ¡Vamos! alza tu frente y mira,

después del dolor viene la gloria.

"Suave es mi yugo, liviana mi carga".

Sí, pero contigo, Señor, contigo.

Tú llevaste tu amor por el hombre hasta el Calvario.

Eres la Vida llamando a la esperanza,

pues el gemir del hombre en esta tierra

aleja sus anhelos y sólo Tú eres capaz de ofrecerle amaneceres,

auroras sin ocaso.

El precio del amor maduro tiene sus senda

y al abrazar la cruz renace la alegría,

el gozo en la amistad del Buen Amigo.

Hoy desde su cielo nos mira enternecido

y sin en el ayer hubo para El un Cireneo,

es El en este hoy quien nos ayuda andando a nuestro lado.

La soledades con El dejarán de serlo

y en el silencio de las noches largas estará siempre el mejor Amigo:

JESUS.

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