miércoles, noviembre 29, 2006

Dueño de la historia ( reflexion)


REFLEXION
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
.
En la Fiesta de Cristo Rey del Universo
no se sumó el firmamento a esta alegría,
en este lugar, de donde escribo,
y nos mostró cielos nublados.
A Dios gracias los nublados son sólo de este tierra
que a lo mejor, nos quieren hablar de las negruras de la vida
mientras pasamos por este destierro.
Vaya uno a saber...,
mas lindo, muy lindo será
cuando se descorra esa cortina
que nos impide ver el cielo
y más allá del cielo azulado:
el CIELO del amor que nos espera
y parece esconderse a la mirada.
Hoy de los corazones orantes
se elevó un himno
compuesto por el humilde Francisco de Asís:
El canto a las criaturas
que saben dirigir sus canciones más dulces
al Creador de todo cuanto existe.
¡Cómo habrá gozado Francisco
al entonar esta expresión del alma enamorada!
"Señor, Todopoderoso, a Tí la gloria y honor,
pues Tú solo lo mereces del hombre y la Creación".
Después al enumerar a cada criatura concluye:
"Bendito seas, Señor".
Ese sí que fue santo,
el resto vamos luchando contra el mal
y quienes hemos descubierto a Cristo como Hijo de Dios,
Amigo,
caminamos entre gozos y penas,
entre alegrías y llantos,
mas con una esperanza clara y fuerte
anhelando la Vida con esa "pisca" de paz,
pero profunda.
Ella se nos da a veces,
mas El se encarga de decirnos
que no está tan lejos.
Debemos abrazar la vida de la tierra sin temores
y dejar que el espíritu se vaya
a las regiones del Amor perfecto.
¡Oh, Meta sublime y deseable!
.

martes, noviembre 21, 2006

Testimonio



T E S T I M O N I O
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
.
Han pasado los años y aún guardo en mi retina
lo que vieron mis ojos

y oyeron mis oídos:
Fue en una medianoche (una de tantas)
cuando tocaron a mi puerta

llamándome para visitar a un enfermo
y los enfermos merecen una

atención muy inmediata, preferencial, como los pobres.
Acudí al
hospital de la ciudad
cuyos pasillos me eran tan conocidos
al poder
recorrerlos cada día.
Una niña de cortos años
muy alegre y vivaz se moría aquella noche.

Tantas veces la vi sonriente y acogedora, muy en paz.
Su padre, hombre de fe, me llevó en esas altas horas de la noche.
Al llegar donde ella le brillaron los ojos y me dijo:
"Padre, me voy
para el cielo".
Estaba segura, sí, muy segura que así sería.
Su padre
me pidió que la confirmara,
lo que hice sin vacilar.
Y esta niña,

cual un ángel, caía postrada en su camita
y luego se incorporaba
diciendo:
"¡Estoy viendo a Jesús, estoy viendo a la Virgen!"
y
luego caía hasta llegar el momento
en que fue llamada a gozar

de la Vida allá en el cielo.
Hoy estará "corriendo" como niña agradecida
al no ser contaminada

con las miserias de este mundo,
por esos Jardines en donde las

amapolas, las rosas y otras flores
dejarán caer sus pétalos
para
alfombrar el Camino de la Vida.
La hermosura del cielo, la realidad de la gloria de los santos
y
ángeles de Dios.
Mi niña, la niña de esta historia
nos quiere
llevar a contemplar
desde ya las delicias de la Vida,
allí donde
las notas de música sagrada
se elevaránn por siempre para alabar a Dios

mientras quieren arrancar nuestra vida de este mundo
y así asombrarnos finalmente con la Gloria.

martes, noviembre 14, 2006

Brizna.



B R I Z N A
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)


El alma se me va en paz y en calma
abierta hoy se me queda a la esperanza,
acepta la emoción y las heridas,
pues en el fondo está la Luz divina
al acabar su historia en este suelo.
Sólo hallará la paz y gran consuelo
sin las chamizas, briznas del pasado
al recordar y recordar lo andado.
Será como un gozar en el silencio,
y ¿las palabras? mudas...
Resumen de una historia y todo
se abrazará sin más al Todo.
¡Oh! la historia fugaz y ya sin huellas
o tal vez dejadas y el olvido...
tejida en esa trama y entre sombras
sin vivir ya congojas de la tierra
quedando muy, muy lejos los pesares.
Eres Tú,mi Señor, que da la Vida
en ese Allá feliz de las Auroras.
Sólo diré mi canto y mi canción :
Gracias.

Destino.



M I D E S T I N O
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

El destino del hombre parece tan incierto,
abrumado como está por tanbta cosa de la vida.
Ya mira hacia el frente
y deja que sus pasos
lo lleven hacia falsas seguridades
y así se deslumbra por momentos
creyendo ingenuamente en espejismos.
Intenta conseguir,
en el saciarse con cuanto aparece ante sus ojos,
el bueno y definitivo sosiego.
Luego con amargo sabor se dislusiona
y continúa en su camino sin destino.
Ya no hay nada, nada que lo llene.
Así dice con angustia y se abandona...
Es todo tan vano en esta vida
y cuando la dicha parece estar entre las manos,
se escurre cual si fuera espuma o enemigo
viento que sacude llevando todo,
también también las ilusiones.
La fuerza el esspíritu despierta, intenta despertar,
cambiar y cambiar el rumbo del camino
del hombre entristecido
y le habla sin más de aquella Vida
al parecer lejana y escondida,
pero es la Vida, su Destino.
El alma al despertar descubre por fin esa presencia
del mismo que dijera:
"Yo soy la Vida y soy la Luz, soy el Camino".
¡Oh, alma: tu Destino!
Tus ojos se clavaron en la tierra
buscadores de fama, de placer, dinero.
No supiste de ese tu encierro
quedándote en locuras...
Vuelve a mirar tu dignidad;
ocúpate de pensar en el hermano
y "brillará tu luz como la Aurora".
Tu gran destino preparado,
es la Gloria.

sábado, noviembre 04, 2006

El alma



E L A L M A
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
.

Y el alma como nido de preguntas y ansiedades
se siente hoy como ayer muy, muy turbada.
Quiere salir para llegar al cielo
mientras el tiempo ríe
y la deja atada a la pobre vida.
Sí pobre vida
cuando el espíritu gime y gime tras los hierros,
cadenas que aprisionan,
ataduras de un tiempo despiadado.
Buscador de Eternidad
junto al Amado que vino a entusiasmarnos con la VIDA
regalándonos paz como a retazos...
Cargando con su cruz en esta tierra
quiso ponerla también sobre mis hombros
y así su peso me recordó y es cierto:
"Mi yugo es suave y mi carga muy liviana".
Palabras pronunciadas tan amigas
y así, sí, al recorrer senderos, sembrados ,
tal vez, de tanta espina,
llevando en el amor nuestra existencia, sí,
con Pasión y Cruz como el Maestro,
mas en el fondo:
Abierta claridad, risueña Aurora,
y eso espera.
Sufrir, sufrir ¡
como nos cuesta!
¿ Por qué, porqué, Señor, las penas?
Con los ojos en LUZ, Resurrección y Vida,
¡oh, sí! con esperanza viva
llevando con dolor tanta miseria
de un mundo superficial y vano.
Seremos, Señor, cual redentores
con la mirada puesta en el Futuro,
aceptando el dolor
para llegar muy puros a esa gran Realidad,
Señor, ¡tu cielo!
El mundo seguirá con esos brillos,
fugaces de la tierra,brillos.
Como espuma se irán, como las nubes,
sin dejar ese rastro, sin valor seguro.
Humanidad tan triste, mira hacia el Cielo,
y tú alma querida, no te abatas,
vive el amor por tus hermanos;
déjate abrazar por el Amado;
sacude tus congojas y de rodillas
muestra tu pequeñez tan tuya,
necesitada del amor divino.
.

miércoles, noviembre 01, 2006

Todos los santos

Todos los santos
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
.
La curiosidad me carcome el alma
y cómo quisiera estar ya
en la contemplación al estilo de los justos.
Un pecador entre los justos...
Dejaré volar mi imaginación
para poder situarme ingenuamente
en esa dicha del amor eterno
y allí donde otro sentimiento ajeno al amor sobra,
no tiene cabida.
Y cuando en ese "cara a cara"
el gozo se clavará en el espíritu
y no de modo punzante
porque la delicia de poder ver el Rostro de Dios
nos hará vivir la paz en suavidad divina.
Coros de ángeles y santos
viviendo el gran DIA, el DIA del Amor en alegría;
jugando como niños, riendo como niños,
amando con la inocencia de los niños y sin miedos.
Los miedos son propios de esta tierra;
las durezas del corazón humano
quedarán tan lejos de ese Cielo nuevo
y de esa Tierra nueva, henchido el corazón
y henchida el alma en ese respirar la Vida
ya sin noches, sin esas odiosas tinieblas del pecado.
Hombres y mujeres con sus trajes blancos de pureza
después de haber cumplido el programa
dado en el Sermón de la Montaña,
comprendido y abrazado
sólo por los grandes a los divinos ojos.
Dan ganas de llorar de gozo al sólo imaginar
Vida tan bella codeánse el hombre con la Vida:
Jesucristo;
dejándose cubrir por el manto azul y blanco de María.
¡Qué inmenso es el amor de nuestra Madre!
Sus hijos supimos musitar
en tantas horas el sencillo Avemaría
cuando "en este valle de lágrimas" le gritamos: ¡Madre!
Y ese conjunto innumerable
de buscadores de la Verdad acá en la tierra,
verá la Realidad hecha Caricia
muy divina allá en el cielo.
¿Por qué no llegará más pronto?
¿Por que nos se abrirán esos cielos
para mostrarnos
la límpida mirada de los justos todos?
También ellos vivieron la esperanza
sin cansarse de amar a los hermanos.
¡Oh, cielo lejano y tan cercano
anímanos a vivir
en esa espera de un Mundo tan distinto:
la Gloria.
Allí donde la Vida será Jesús y repartida!
Gracias.
 
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