sábado, octubre 11, 2008

Una bella historia

(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
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A mi querida madre a 12 años de su partida a la casa del padre
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Corría el año 1897 cuando una niña , hija de Don Raimundo y de Doña Margarita
(Don Raimundo era un abastero muy respetado y cuya bondad hacía de el: una figura amable).
Todo parecía andar tan bien en ese hogar cuando de pronto enferma muy gravemente Margarita : parte de este mundo muy joven a sus 37 años.
Pérdida irreparable e irreemplazable la suya para los hijos.
La niña Ester Irene queda huertana de madre cuando contaba con 7 años solamente.
Su padre , pasado un tiempo prudencial contrae nuevas nupcias, pero la madre es insustituible y esa niña , de quien se habla en esta historia empezó a conocer el sufrimiento.
Un dolor que con el correr de los años le sirvió para transformarse ella en la mujer fuerte, generosa y adornada con los valores de la fe.
También estuvo bajo la tutela de una tía profesora y directora de escuela rural.
No supo esta tía ser madre , le falto el cariño maternal.
A la sazón se hace sentir un terremoto de grandes proporciones.
Era un atardecer del año 1906, Estercita estaba en el patio de la casa
y en buen momento se quedo afuera,
de haber entrado a la casa,cual le decía su tía ,
habría sido aplastada por una muralla que cayó sobre su cama.
Protección divina indudablemente
dada la gran misión futura de esta niña.
A los 16 o 17 años contrae matrimonio con un señor campesino
y por lo tanto agricultor para dedicarse mas tarde a la forestación de los fundos,
Don Francisco , un hombre sencillo y buen padre.
Once fueron los hijos de este matrimonio en total ,
si bien 4 de ellos murieron muy niños
para dolor de aquellos padres.
Pudieron haber sido 12 mas el ultimo no conoció la vida
y no por aborto voluntario
como tanto se estila en estos tiempos de falta de amor por la vida,
no nació porque Dios lo determino así nada mas.
Quedaron 7 hijos formados desde la niñez
con solidos principios y valores humanos y espirituales.
El año 1931 hubo una crisis económica muy severa,
la mamita Ester junto a su esposo Don Francisco ,
ambos personas de gran fé no se amilanaron.
y de labios de esa gran mujer
brotó una expresión del todo ejemplar
" Gracias a Dios nunca nos falto nada"
Además el afán de consumismo estaba lejos en aquellos tiempos .
esa expresión de tan buena madre fue solo un llamado a la fé
y a la confianza en la divina providencia.
Los hijos fueron creciendo y tomando su rumbo en la vida.
esta madre, " mujer fuerte", repito, los apoyo en sus decisiones.
Al pueblo donde vivían llegaban misioneros cada tanto para sembrar la Palabra
y de allí surgió un llamado a uno de sus hijos
para abrazar la vida sacerdotal después de largos estudios.
La madre generosa como siempre lo fué, supo desprenderse
y decir si al Señor de toda la historia.
Este hijo fue el único entre varios compañeros que llego hasta el final
para gozo de su amada madre tan premiada por Dios.
mas adelante es otro de los hijos el elegido con una historia diferente.
Varios intentos fallidos hace
hasta que finalmente y ya grande elija la vida contemplativa
después de sentir Mirada del Maestro que llamaba.
Nada fácil fue su caminar hacia la meta del sacerdocio.
Venció la opción por el Dios de la vida
y pudo llegar también al sacerdocio.
Aquello de san Pablo
"Por la gracia de Dios soy lo que soy".
Esa madre acariciada por Dios de esta y muchas formas,
sentía arder su corazón de inmensa gratitud
y fué regalada con una larga vida al llegar casi al borde de los 100 años.
Hoy desde el cielo sigue presente y lo hace de modo tan elegante
y sin perder de vista su instinto maternal .
Visita a sus hijos en sueños y con esa paz celestial
Mientras los espera en las alturas de la contemplación total .
Hace ya 12 años partió a la Casa del Padre
y de seguro esta ansiosa por volver a encontrarse con sus hijos
en un para siempre.
Los hijos anhelan lo mismo.
Es llevada a esas regiones aromáticas, flores que no se marchitan
y en ese fondo glorioso un interminable canto
en un día en que la tierra celebraba a los ángeles custodios.
Ya tenia quienes la recibieran : Jesús, María,
sus padres y sus pequeños hijos .
Ella es mi madre...
 
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