Música y mensaje

MÚSICA Y MENSAJE
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

Suaves notas y palabras buenas

nos van llegando en esta tierra.
Unas que llegan , otras que sacuden. Y ¿yo?
Abro mi espíritu sediento a la inacabable música del cielo
donde mis ojos leerán con gozo la PALABRA;
donde las aves danzarán posándose en las ramas verdes,
de esperanza llenas y libarán las flores no marchitas...;
donde los ángeles jugarán "al pillarse"
y "correrán" para aumentar de veras

el contento de la eterna Gloria;
donde nostalgias, penas vayan lejos, muy lejos
llevadas por el viento de la triste vida;
donde el Amado Jesús siga diciendo:
"El esperar, la espera no fue en vano ¿ves ahora?"
Por mi parte diré agradecido:
Tanto anhelaba el verte...
Es verdad cada día pasas y pasas a mi lado

y mucho, mucho más en soledad
Tú estabas.
Qué bueno eres, Señor y ¿yo?

te espero...
Tú haces rebotar en mi las esperanzas,

el dolor y el pesar de tantos:
en cárceles en hospitales tantos

o en esa pobreza y miseria sola.
Esto, mi Señor, no es un reclamo,
es más bien la confianza
que me lleva a hacerlo en desahogo

y con el alma abierta.
¡Oh, si no estuvieras, oh,

Tú en mi vida,
en esa vida de mis hermanos todos!
Nos invadiría la tristeza amarga y Tu,

Amigo,
no quieres de nosotros eso.
JESUS, JESUS del alma enamorado,
se me cae de los labios ese sagrado y tan santo Nombre

y es el tuyo,
sí e es el tuyo del alma enamorado.
Y me pregunto, Cristo:
¿Por qué, por qué te olvidan, te hieren en el prójimo o lo matan?
Tú que quisiste hacer al hombre más humano...
quisiste Tú que el mundo fuera bueno.
No te creyeron,

Señor, no te creyeron,
dudaron de tu actuar divino.
Perdónanos, Señor,
perdón.