domingo, diciembre 24, 2006

Colibri

(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

Y V O L V I A E L C O L I B R I

Al parecer sabía ya que un alguien
con ojos contemplativos y fijos en esas fucsias
con su encanto de variado color entre azul y rojo,
lo esperaba con paciencia.
Y el avecilla llegaba para libar las flores
con incansable insistencia saboreando su dulzor.
Como cuando el hombre se queda en oración
gustando la dulzura...
Minutos de espera muy valiosos,
pues llegaba el colibrí
que parecía esconderse a las miradas.
Tantas veces quise imaginar su revoloteo
o ese quedarse extático frente a cada flor.
Y llegaba, graciosamente llegaba
y se mostraba
con su plumaje majestuoso y puro.
En una mañana, estando yo de pie y arrinconado,
le di unos minutos hasta verlo llegar.
Las ramas sacudidas y agitadas por el viento
no presagiaban, no, esa venida
y pudieron haber arruinado la esperanza.
No fue así, la visita llegó,
libó una flor y luego
ocurrió lo inesperado:
Se puso frente a mi, bailó su hermosa danza,
me hizo fiesta y se fue.
Ingenuamente lo llamé:
"Ven, amigo mío, ven", mas se fue.
Me quedé con esa imagen
grabada en mi memoria
y mas tarde en otro día se repitió el saludo.
Fue como un dulce
sueño de una noche en calma.
La capacidad de asombro,
tanto se ha perdido en este agitado mundo.
Ya nadie se detiene
a contemplar la Vida
reflejada en las aves y en las flores,
en cordillera y en mar,
en las montañas y bosques.
¡Limpia, Señor, nuestra mirada!
.

Mi planta.

(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

M I P L A N T A

Lucía hermosa en primavera matizando colores.
Estaba allí para encantar la mirada
ávida de legíttimos goces.
Sus flores cual níveos copos caídos
desde arriba en profusión.
Toda esa planta envuelta
y como arropada por sus copos,
estaba al amparo de un magnolio.
Tú modesta planta y tan sencilla
al lucir sus blancos pétalos cual nieve...
Pureza en su entrega a los contemplativos ojos detenidos en ella,
¡oh, planta hermosa!
Estabas tan bien allí,
nadie te tocaba,
tan acostumbrada al cobijo de una planta mayor,
fuerte hecha para los rigores del invierno.
El magnolio fue capaz de ofrecer,
a través de los años,
flores tan bellas con el pálido rojo del amor.
Y debajito estabas tú, mi amada planta.
A la verdad te quise y estabas bien allí,
mas fuiste sentenciada...:
Se pensó, para mejor, un
trasplante sin querer dañarte ni dañar tus flores blancas.
Se te cambió de lugar y grande
con la vana ilusión de que no te afectaría el cambio
ni murieras de tristeza.
Tus raíces no opusieron resistencia alguna
y se te llevó a un rincón.
¿Que descubriste ahí?
Soledad, silencio, te sentiste tan extraña
en ese nuevo lugar... todo era distinto.
¿El magnolio? Quedó distante y ahora...
plantas sin flores te rodeaban
como queriendo decir:
¿Qué hace ésta aquí...?
Esto fue como una doble dureza,
si bien la decisión primera no fue
fruto de una dureza, sólo un triste error.
Plantita mía ¡cómo habrás sentido la soledad!
Ahora yo la comprendo.
Parecías estar tan bien,
mas tu fin fue la muerte.
Moriste, planta querida y la tristeza inundó mi pecho.
Murieron tus
flores ¡Qué pena! Perdóname, planta mía.
Te recordaré siempre con nostalgia.
Para mi no has muerto,
mas bien te has ido donde unos ojos llenos de cariño
te seguirán mimando y tendrás rebrotes
junto al inigualable Jardinero
que te hizo para cautivar la mirada de los hombres.
No te olvides de mi, mi planta amada,
y cuando yo llegue al cielo
muéstrame tus pétalos de nuevo.
Gracias

martes, diciembre 19, 2006

Homenaje al Monje...


HOMENAJE AL MONJE
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

Hombre solitario sumido en pensamientos muy profundos,
hace su camino dejando el espíritu en permanente
contacto con la Verdad más plena: Cristo.
La paz la muestra en su mirada, en sus ojos limpios,
abiertos a la contemplación en cada instante.
El monje sabe huir y no por cobardía;
sabe huir de los interes terrenales
para llenar el corazón de la presencia del Señor Amado.
De El se enamora contándole sus cosas
llamándolo el Amigo y Confidente: JESUS.
Así vive el gozo y la paz con el Amigo.
El mundo con sus cosas no es seguro
el monje no lo ignora.
De inseguridades este mundo lleno, intranquiliza.
El monje descubrió a su gran Amigo
elegido en el silencio de oración muy honda
dejándose embriagar por cercanía
la del amor divino cada día.
Su alma se deleita en la pureza
de ese amor diáfano y seguro
"Me saciaré de tu semblante".
Y así se va saciando esa sed de paz ya no escondida
con la apertura fiel a lo divino.
Más allá de la alegría humana
la amistad del Señor se lo da todo.
El monje da cabida al dolor y la miseria humanos
y lleva a la oración sus inquietudes.
Ama a la humanidad y la recuerda
contándole a su Cristo las penurias.
Vive su soledad y en la plegaria
dilata el corazón enamorado.
Y cuando sufre y sufre mira a su Cristo
clavado en esa cruz y dice: Gracias.
Mi cruz es tan pequeña, ayúdame a llevarla
cuando mi cruz toca la tuya me siento fuerte.
Después vendrá la gloria,la gloria en tu Victoria.
Gracias, Jesús, donde yo vaya
gracias, gracias, Jesús, seré tu monje.

Todo pasa ... La eternidad , perdura... (Reflexión)

(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
.
TODO PASA
LA ETERNIDAD PERDURA

El hombre vive sin entender el misterio de su vida
y así da una mirada hacia el pasado,
niñez, adolescencia con nostalgia,
mira los campos, mira la llanura,
mira las ciudades con sus luces,
el mar y el firmamento...
vive el presente queriendo detenerlo
cuando se siente feliz.
Luego se proyecta hacia el futuro
lleno de planes y está bien,
para no quedarse estancado en lo que pasa.
La transitoriedad de todo le hace preguntarse:
¿Cuál es entonces el sentido de la vida?
Y trata de evadirse
buscando las holguras del placer terreno
y al terminar cada jornada
o se felicita o se deprime,
se siente solo. Y vuelve a preguntarse:
¿Dónde está la razón del existir?
Le incomoda el sufrimiento,
la incomprensión humana
y se le va la paz del alma ¿del alma?
Qué descubrimiento:
el alma que mueve toda historia personal
junto a la consciencia de sentirse un alguien.
Pero ¿Un alguien que pasa y se borra en su momento
o un alguien que se prolonga en lo eterno?
Esta es la mejor respuesta
para quienes esperan Vida junto a la Vida.
La Creación nos habla de vida
que tuvo su comienzo en un Ser eterno,
en un Ser que pensó en el hombre
para hacerlo feliz y totalmente.
La tierra purificadora
de un espíritu sediento
de una paz que no termine más.
El hombre sensato que no se siente cosa
sino imagen de un Creador
no quiere apagar las ansias de conocer la Vida,
esa Vida Nueva y ya sin guerras
ni odios porque el Amor
comienza al contemplar la Vida.

jueves, diciembre 07, 2006

Salmo 27 .El señor es mi luz y mi salvación.

Salmos 27
El Señor es mi luz y mi salvación
.
1 El Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién podré tener miedo?
El Señor defiende mi vida,
¿a quién habré de temer?
2 Los malvados, mis enemigos,
se juntan para atacarme y destruirme;
pero ellos son los que tropiezan y caen.
3 Aunque un ejército me rodee,
mi corazón no tendrá miedo;
aunque se preparen para atacarme,
yo permaneceré tranquilo.
4 Solo una cosa he pedido al Señor,
solo una cosa deseo:
estar en el templo del Señor
todos los días de mi vida,
para adorarlo en su templo
y contemplar su hermosura.
5 Cuando lleguen los días malos,
el Señor me dará abrigo en su templo;
bajo su sombra me protegerá.
¡Me pondrá a salvo sobre una roca!
6 Entonces podré levantar la cabeza
por encima de mis enemigos;
entonces podré ofrecer sacrificios en el templo,
y gritar de alegría, y cantar himnos al Señor.
7 A ti clamo, Señor: escúchame.
Ten compasión de mí, ¡respóndeme!
8 El corazón me dice:
"Busca la presencia del Señor."
Y yo, Señor, busco tu presencia.
9 ¡No te escondas de mí!
¡No me rechaces con ira!
¡Mi única ayuda eres tú!
No me dejes solo y sin amparo,
pues tú eres mi Dios y salvador.
10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
tú, Señor, te harás cargo de mí.
11 Señor, muéstrame tu camino;
guíame por el buen camino
a causa de mis enemigos;
12 no me entregues a su voluntad,
pues se han levantado contra mí
testigos falsos y violentos.
13 Pero yo estoy convencido
de que llegaré a ver la bondad del Señor
a lo largo de esta vida.[a]
14 ¡Ten confianza en el Señor!
¡Ten valor, no te desanimes!
¡Sí, ten confianza en el Señor!
.

sábado, diciembre 02, 2006

A la virgen de Belen.



A LA VIRGEN DE BELEN
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

Mientras tu meces al Niño en humilde cuna
llevándolo, tal vez, en tu regazo,
quiero cantar contigo, Madre amada,
un canto donde el Gracias
exprese mi oración, mi gozo.
Y el anhelo del alma enamorada
me lleve a la esperanza,
queriendo ya salir yo de esta tierra
para estar contigo y mi Jesús cabe el cielo.
¡Oh! ser como un niño entre los niños,
sin esas manchas, manchas de este mundo
corriendo siempre hacia tu Manto
protector de Madre y tu Cariño.
Eres hermosa y Virgen, tu pureza
va tocando el alma de mi vida,
oh, mi Doncella, Estrella que ilumina
llevándome tan suave a mi Destino.
Tu pobreza de cosas en la tierra
en el Belén de pajas esparcidas
hizo que mis ojos se fueran para Arriba
y a contemplar tu gloria entre los santos.
De riquezas de amores coronada
Tú me quieres mostrar, mostrar la Vida.
Los días pasarán mientras el alma
seguirá por siempre en sus suspiros
hasta llegar a Patria con Jardines
y ese aroma tan puro de la Tierra nueva.
¡Oh, Belén y Belén, pueblo pequeño
recibiste con gozo a la Grandeza
el Enmanuel y Niño de María.
Gracias!

Zarza



ZARZA ARDIENDO
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)

Fuentes de inspiración espiritual no faltan en nuestro caminar
y mientras vamos aceptando esa maraña del vivir cotidiano
y las realidades llenas de novedades nos van saliendo al paso,
inesperadas tantas veces, tristes unas, llenas de gozo otras,
el alma sigue su sendero. Se aferra a ese todo que no es todo
porque el Todo, Todo está del otro lado y en la V i d a
cuando ella se manifieste esplendorosa y fuerte como un Fuego.

Como ese Fuego de la zarza ardiendo en ese monte
donde Moisés llegaba asombrados sus ojos cuando viera.
Allí estaba Dios llamando irresistible voz, sólo divina.
Llama que quiso envolver la humanidad de un hombre humilde.
Experiencia fuerte de un alma sin dobleces, simple y transparente,
como ocurre con los elegidos, para conducir al Pueblo hacia la Tierra.
Allí manaba la dulzura del Amor más rico y con sabor a cielo.
Un Pueblo que camina llevado con amores en Nube y Fuego:
Padre Bueno. La salvación es Regalo y lleva hacia la Patria.
Jesús, el gran Moisés de nuevos tiempo, nacido en un Pesebre
sin alardes, pobre, en sus ojitos tiernos la sonrisa.
María, Madre amada lo recibe y lo da, lo da de mil amores.
Jesús desde su cuna trajo el Fuego queriendo matar los egoísmos
cambiando el derrotero de la vida. Gracias,
Jesús,
gracias,
mi Vida.

 
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