Santa Teresa de Avila
(Aldo Gastón Alvarez Lizama)
¿Dónde estás hoy, mística Teresa, llevada con tus vuelos hacia el cielo?
"Y muero porque no muero" el estar con Dios era tu anhelo.
Reformadora fiel con tus coloquios y diálogos profundos
conversabas tan fiel con el Amado saliendo de este mundo.
Tu santidad envidio ciertamente porque me habló de Gloria
de aquellos santos y santas de la historia
que impregnaron de amor nuestra memoria.
El verte ante Jesús en oración ferviente arrodillada
tu alma entera, entera anodada y así, sí como arrobada
quedándote mirando al gran Amigo
ese mismo que hoy está conmigo.
¿Por qué los hombres hoy se niegan a creerle?
no temen, no, no temen el perderle
sus intereses van tras otras cosas
todas, todas como un color de rosas...
¡Oh sorpresa final cuando en el cielo veremos al Señor
será tan grande y grande ante al Amor, Amor
el de la Vida y para siempre vivir enamorados
con el Señor. Señor, resucitado.
Los nada sabios se irán a las negruras
en esas noches, noches tan oscuras...
Por eso me quedo con místicas figuras
como Teresa y de la Cruz San Juan
que ahora gozan de la visión y están
junto al Amado.